Si vas caminando por la calle y escuchas que un grupo de chicos jóvenes te grita que eres una MILF, epa, importante… Si un hombre de dice suavemente MILF, sentite halagada…
NO TE OFENDAS!!!!
Al contrario, llenate de ORGULLO pues eso sólo quiere decir una cosa:
ERES UNA MUJER MADURITA QUE ESTÁ
MUY CALIENTE, MUY DESEABLE
Una MILF es una mujer ya madura, de 38 en adelante, que son verdaderas bombas sexuales, bellas y atractivas para cualquier hombre. Por los jóvenes por su atracción sexual pura, por los mas grandes, por considerarlas un diamante pulido y brillante.
El hecho es que para ser una MILF, debes comenzar por aceptarte. Tu figura puede ser provocadora, pero también lo debe ser tu actitud.
Puede que te cuides a nivel comidas o ejercicios, pero eso no es la fórmula total.
Ser y sentirte sexy es muy importante. No hablamos de parecer una adolescente, todo lo contrario una buena MILF consigue verse provocadora sin tener que dejar de ser ella misma.
La clave de una actitud sensual es sentirse bien contigo mismo, no hay forma de ver tu propio potencial de sensualidad si no crees que lo tienes. En el ámbito sexual hay muchas inseguridades, pero lo importante es superarlas y sentirse bien con lo que eres, con tu cuerpo, con tus rasgos, y mejorar aquello que puede molestarte de tu personalidad, cuando lo logres notarás como tu autoestima se eleva y con ello tu capacidad de seducción.
Saber que las barreras ya no sirven y que si te sientes bella puedes demostrarlo sin problemas, eso hace que seas deseable. Arrollar con tu cuerpo, actitud y seguridad atrae mucho más que cualquier cosa que quieras agregar.
Y está mal? por qué? sólo eres TU MISMA, te muestras y estás contenta contigo misma y eso hace que seas puramente atractiva, arrolladora… hace que cualquier hombre se ponga a tus pies, bajo tus reglas de juego.
Ser una mujer MILF no tienen absolutamente nada de malo, ¡todo lo contrario!, es ser considerada como una mujer sensual y atractiva sin importar la edad que marque el calendario. Si tienes pareja disfruta explota toda tu sexualidad. Si no la tienes, juega tu juego.
No finjas ser sensual. Hay elementos como el humor, la inteligencia y la picardía que resultan universalmente sensuales.
Son tus reglas, tus juegos, tus deseos, tu pasión soltándose en tu propia seguridad.
Tu experiencia y sensualidad marcan el cambio de entre el montón
